Tomar un café al poco de levantarse forma parte de la rutina diaria de millones de personas y es un hábito matutino tan arraigado como ducharse y vestirse. Los más cafeteros recurren a una dosis de cafeína para lograr una descarga de energía y hay incluso quien se siente lento si no la toma, ya que nuestros organismos pueden llegar a volverse dependientes. Otras personas prefieren el té y, aunque contiene prácticamente la misma cafeína, ambas bebidas tienen sus puntos a favor y en contra en lo referente a los efectos que tienen sobre el cuerpo y la piel.
- ¿CÓMO AFECTA LA CAFEÍNA A LA PIEL?
- PRODUCTOS LÁCTEOS
- AZÚCAR
- MÉTODOS PARA HACER FRENTE A LOS POSIBLES EFECTOS NEGATIVOS DEL TÉ Y EL CAFÉ SOBRE LA PIEL.
En efecto, tomar cafeína con moderación es saludable y diversas investigaciones señalan que el consumo de cafeína puede propiciar el bienestar, la felicidad, la energía, la lucidez y la sociabilidad. Sin embargo, cuando empezamos a tomar más de cuatro o cinco cafés o tés al día, podemos sentirnos inquietos, sufrir migrañas y estar más nerviosos. Además, la cafeína repercute en el funcionamiento del compuesto del organismo que hace que nos quedemos y permanezcamos dormidos.
¿CÓMO AFECTA LA CAFEÍNA A LA PIEL?
Entonces, ¿cómo afectan el café y el té a nuestra piel? La cafeína es un agente deshidratante, parecido al alcohol y el sodio y, cuando nuestro organismo no tiene la hidratación que necesita, también lo muestra en la dermis.
¿Tiene algo que ver con el acné? Si bien el café no produce acné, algunas tesis indican que puede agravarlo. La cafeína nos hace sentir más despiertos y alerta, pero también agudiza la respuesta del organismo ante el estrés. Las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden incrementar la cantidad de grasa producida por las glándulas sebáceas, por lo que podemos volvernos más proclives a los brotes.
Aparte de la cafeína, otro factor que también afecta a la piel es cómo tomamos el café. Entre los ingredientes clave de una taza de té o café están la leche y el azúcar, dos de los cuatro principales desencadenantes dietéticos que contribuyen a los brotes de acné (1).
PRODUCTOS LÁCTEOS
Desafortunadamente para las amantes del capuchino, la leche también puede tener consecuencias negativas para la piel. Hoy día hay suficientes pruebas para sospechar con fundamento que los productos lácteos están relacionados con el acné, sobre todo el que aparece alrededor de la boca y mandíbula.
AZÚCAR
Lo más usual entre quienes no toman el café solo es añadirle un poco de azúcar, que también influye en el estado de la piel. Un exceso de azúcar en el torrente sanguíneo puede causar glicación, una reacción química natural que se da cuando los niveles de azúcar en la sangre rebasan lo que nuestra insulina puede procesar. La glicación perjudica los elementos de la piel que la mantienen «elástica»: el colágeno y la elastina. Cuando estas dos proteínas se unen a los diversos tipos de azúcar, pierden fuerza y, cuando estos componentes fundamentales de la piel se deterioran, los signos de envejecimiento se acentúan; la dermis está más seca y menos elástica, lo que causa arrugas, flacidez y pérdida de luminosidad (2).
MÉTODOS PARA HACER FRENTE A LOS POSIBLES EFECTOS NEGATIVOS DEL TÉ Y EL CAFÉ SOBRE LA PIEL.
Tomar café y té tiene su lado positivo y, como dice el proverbio, la virtud está en el término medio. Entonces, ¿dónde está el límite? Se recomienda no tomar más de dos o tres tazas al día, para garantizar que se bebe agua suficiente para estar hidratada a nivel interno, e hidratar la piel desde fuera con productos como Olay Total Effects 7 en 1 Hidratante Anti-Edad con SPF 15.
Además, ¿sabías que la cafeína y los extractos de té también se usan como potentes ingredientes para el cuidado cutáneo? No solo ha quedado demostrado que los agentes antioxidantes del extracto de té verde tienen propiedades antienvejecimiento, sino que la cafeína se emplea en algunos productos faciales reafirmantes e iluminadores. Razones de peso para disfrutar de nuestra bebida predilecta, ya sea como rutina matutina o como aliado en el cuidado de la piel.